El Canon taoísta (Tao-tsang) o compilación de textos que forman la base de la doctrina taoísta sufrió las siguientes modificaciones a través de los siglos:
Siglo V d.C.: Ya a principios de nuestra era existían obras sobre las divinidades y los inmortales (Hsien). Sin embargo, las parte más antiguas del Canon se remontan a colecciones del siglo V.
Siglo VIII d.C.: La compilación propiamente dicha del Canon comenzó en el siglo VIII. Según diversas fuentes, llegó a comprender 3,744, 5,700 o hasta 7,300 volúmenes. Este primer canon, aunque tuvo amplia difusión, se perdió en el siglo X.
Siglo XI d.C.: En el año 1010 el emperador confió a un letrado taoísta la tarea de realizar una nueva compilación, que fue editada en 4,359 volúmenes. Algunos años más tarde fue ampliada a 4,565, y dividida en tres grandes secciones. Las tres secciones se denominan tung, término que significa “gruta” (los taoístas creen que muchos de los textos habían sido ocultados en grutas), pero también “penetración” (en un secreto, etc.) Cada tung comienza con un texto que se considera revelado por una de las divinidades más importantes del panteón taoísta:
1. El primer tung está bajo el signo del Venerable Celeste del Primordio (Yuanshih T’ien-tsun).
2. El segundo tung está bajo el signo del Supremo Seño del Tao (T’ai Taochun).
3. El tercer tung está bajo el Eminente Señor Lao (T’ai-shang Lao-chun), o sea, el propia Lao-tse. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, se impuso la convicción de que a Lao-tse se debe la revelación de los tres tung.
La compilación del siglo XI fue ampliada una vez más, y entre 1111 y 1118 se imprimió una vez más en 5,481 volúmenes, que sirvió de base a todas las posteriores. Bajo la dinastía Yuan, durante las luchas entre taoístas y budistas fueron quemados muchos de los textos del taoísmo, de modo que una parte del Canon se perdió definitivamente. La redacción hoy conservada data de la dinastía Ming y comprende 1,467 obras en 5,486 volúmenes. Las obras no llevan fecha ni nombre de autor. El Canon taoísta contiene, además de obras propiamente taoístas, que abarcan todos los aspectos de la doctrina, también textos sobre medicina, química, botánica, astronomía, etc. La mayoría de los escritos puramente taoístas, según la concepción tradicional, proceden de una revelación y constituyen un medio de comunicación entre los seres divinos y los humanos; los cuales, por la compresión realizativa de esos textos, pueden penetrar en los misterios de la inmortalidad.
Fuente: Diccionario de la Sabiduría oriental, Paidos.
Documentos sobre El Canon taoísta (Tao-tsang)
Libros sobre El Canon taoísta (Tao-tsang)
Enlace Externo