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CHUANG-TSE Chuang-tzu.

1. Sabio taoísta, aprox. 369-286 a.C., también llamado Chuang Chou; autor de la obra conocida como su mismo nombre, y junto con Lao-tse, fundador del taoísmo filosófico (Tao-Chia). Era oriundo de la actual provincia de Ho-nan, pero sobre su vida no se sabe casi nada. Se casó y ocupó un puesto modesto en Ch’i-yuan. Como se negaba entrar al servicio de un príncipe, vivió en condiciones de pobreza. Su filosofía debe mucho a las doctrinas de Lao-tse, y se muestra implacable crítico del confucionismo.

2. Título de la obra del propio Chuag-tse, conocida también con el nombre de Nan-hua chen-chin <Libro (canónico) verdadero de las flores del sur>. Consiste en 33 capítulos, de los cuales los 7 primeros son los llamados internos, que proceden del propio Chuang-tse; los 15 siguientes o externos y los 11 restantes o misceláneos son verosímilmente obra de discípulos suyos. Los temas de Chuang-tse son en parte los mismos que los del Tao-te ching de Lao-tse: las concepciones sobre la naturaleza del Tao y del te coinciden en lo esencial en uno y en otro. También la actitud del obrar desapegado (wu-wei) ocupa una posición central en el Chuang-tse. Se pone de relieve la relatividad de las oposiciones, la identidad de vida y muerte, y la importancia de la meditación para alcanzar la unidad.

Chuang-tse no ve en la naturaleza sino un cambio incesante de todos los fenómenos. Es uno de los primeros que señaló la índole ilusoria del universo. En el Chuang-tse encontramos también influjos de escuelas no taoístas: De particular importancia para el desarrollo de su pensamiento filosófico, resulta Hui shih, que era el mejor amigo de Chuang-tse. La obra contiene numerosos ataques contra Confucio y su escuela; por ejemplo, Chuang-tse rechaza las virtudes capitales confusianas de <humanidad> (jen) y <rectitud> (i) como categorías artificiales, que fácilmente se convierten en puras ideas a las que no corresponde ninguna realidad vivida.

El Chuang-tse es apreciado no sólo por su profundidad filosófica, sino que además cuenta entre los más valiosos textos literarios en la lengua China.

Para Chuang-tse, el sumo bien del hombre es la armonía y la libertad, alcanzables si uno sigue con espontaneidad la propia naturaleza. Ve una causa de los sufrimientos humanos en la igualación que imponen las instituciones, desconocedoras de la peculariedad individual. Por eso Chuang-tse se pronuncia enérgicamente contra el <gobierno por un gobierno>: La única vía para mantener el mundo en orden es el <no gobernar>, la aplicación por el soberano del principio del acto sin designio (wu wei). En el cap. 7 el autor ilustra su idea del soberano ideal: <El gobierno de los ilustres reyes fue así: Cubrían con su beneficencia el mundo entero sin que pareciera que eran ellos los que lo hacían. Mejoraban a los diez mil seres [todos los seres] y el pueblo no se apoyaba en ellos. No pregonaban sus méritos, para que los seres pudieran regocijarse (conside- rándolos propios). Asentados en el inescrutable, se paseaban en Aquel que no tiene ser>. En el mismo capítulo se dice: <Deja vagar tu alma más allá de lo sensible, junta tu fuerza en la nada, deja a todas las cosas su libre curso y no toleres ningún pensamiento propio: Y el mundo estará en orden>.

Chuang-tse rechaza toda diferencia entre bien y mal, pues para él no existe ningún criterio universalmente válido. Esta concepción se manifiesta en el título del cap. 2: <Igualación de seres y opiniones>. También la vida y la muerte son esencialmente una: Constituyen cambio sin término, no comienzo y fin. Esta comprensión explica la conducta de Chuang-tse, inauditamente frívola desde el punto de vista confuciano, cuando la muerte de su esposa: Reconociendo que <en su principio fue cosa sin vida; no sólo cosa sin vida, sino también sin figura alguna; no sólo sin figura sino también sin materia; que mezclada en aquella masa caótica había ido evolucionando hasta adquirir su materia y que esta materia evolucionando adquirió cuerpo y que este cuerpo evolucionando adquirió vida y que ahora se vuelve a trasformar con la muerte (…); y que ahora ella reposa tranquila (…) me pareció que el continuar yo gimiendo y sollozando era desconocer el mandato [del destino o del cielo]>.

Constantemente encontramos en el Chuang-tse el tema de la longevidad. <El maestro Kuang Ch’eng ha vivido 1200 años>; <El maestro Kuei posee una receta que le permite conservar la apariencia de un niño>. Chuang-tse mismo expone para el logro de la inmortalidad diversos métodos que adquirieron gran importancia en el posterior taoísmo religioso (Tao-chiao): <En la lejana montaña de Ku Ye viven hombres espirituales. Sus carnes y su piel son como hielo trasparente y blanca nieve. Son tiernos y hermosos como doncellas. No se alimentan de cereales. Aspiran el aire y beben del rocío. Montan sobre las nubes y cabalgan sobre dragones voladores y hacen excursiones más allá de los cuatro mares [más allá del mundo humano] (fei-sheng). Su concentración de espíritu inmuniza a los seres contra las enfermedades y madura las mieses>. Este pasaje contiene una alusión a las diversas técnicas respiratorias (hsing-ch’i, fu-ch’i).

Ciertamente Chuang-tse no asigna ninguna significación esencial a los ejercicios respiratorios y gimnásticos, pero es una de las características de su <hombre verdadero> (chen-jen) el que <su respiración llega hasta los talones>, lo que puede entenderse como una descripción de la <respiración embrional> (t’ai-hsi). Además encontramos descripciones de prácticas de meditación como las del tso-wang y el shou-i. Un diálogo entre el Emperador Amarillo (Huang-ti) y el maestro Kuan Ch’eng puede interpretarse como una instrucción de meditación completa. Todos estos ejercicios otorgan poderes preternaturales; quien los domina se hace inmune al fuego y al agua, puede elevarse a las nubes y viajar por los aires sobre los dragones, curar enfermedades y tener cosechas abundantes. Con ello, Chuang-tse contribuyó sustancialmente al surgimiento del culto de los inmortales (hsien).

La única traducción española directa del Chuang-tse es, hasta ahora, la de Elorduy; además, hay fragmentos traducidos de una versión inglesa en Lin Yu-tang: La sabiduría de Lao-tse.

Fuente: Diccionario de la Sabiduría Oriental, Paidós.

Documentos sobre Chuang-tse

Libros sobre Chuang-tse

Enlace Externo: Chuang-tse

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